Guía para proteger los datos de los clientes de marketing

Te contamos algunas medidas esenciales que conviene adoptar para proteger toda la información relacionada con los clientes de marketing.

Cualquier especialista en marketing tiene una base de datos con información crítica sobre los clientes. Esta información puede ser muy diversa. En los casos más sencillos, puede incluir una simple lista de correos electrónicos y números de teléfono. Y, en los casos más peligrosos, también se cuenta con una selección de contraseñas para toda una serie de redes sociales, páginas web y cualquier otra plataforma online donde debemos desarrollar nuestras campañas.

Se trata de una gran cantidad de información sensible que puede ser muy codiciada por los ciberatacantes y que debemos proteger a toda costa, ya que en caso contrario se podría producir una filtración que ponga en riesgo las cuentas de nuestros clientes. Y esto, a su vez, supondría poner en riesgo nuestro propio trabajo, así como la reputación y la viabilidad de nuestra empresa de marketing.

Por este motivo, es importante dedicar una parte de nuestro presupuesto para proteger estos datos y garantizar que todas estas plataformas online –así como el futuro de nuestra compañía– se mantengan a salvo. A continuación, mostramos algunas medidas esenciales que conviene adoptar para proteger toda la información relacionada con los clientes de marketing.

1. Olvidate de las contraseñas simples

Uno de los peores hábitos que tienen los especialistas de marketing consiste en el uso de contraseñas simplificadas para facilitar el acceso a determinadas plataformas por parte de diferentes personas. Usar claves como el nombre de las empresas para las que trabajamos o el número de documento de nuestros clientes puede parecer conveniente si se trabaja con muchas plataformas online, pero en realidad es una auténtica bomba de relojería.

Las contraseñas simples son muy fáciles de adivinar por parte de los hackers, si las usas puedes perder muy rápidamente el acceso a las redes sociales de los clientes o incluso a las cuentas de Semrush. Por eso es tan importante que todas las contraseñas online sean complejas y totalmente únicas. Un gestor de contraseñas es la herramienta que necesitas para poder gestionar y proteger el acceso a todas tus cuentas.

2. Almacená en frío tus bases de datos

Esto no significa que se tengan que guardar el disco duro en la heladera. Se denomina ‘almacenamiento en frío’ a cualquier tipo de almacenamiento de datos que esté desconectado de internet. Un disco duro externo guardado en un cajón y sin ningún tipo de conexión con tu computadora es un buen ejemplo de almacenamiento en frío.

Las principales empresas utilizan este tipo de almacenamiento para prevenir filtraciones y hackeos, ya que la única manera en que un ciberatacante podría acceder a estos datos sería entrando en la habitación donde se encuentra el disco duro y haciéndose con él físicamente.

Es inevitable utilizar algunos datos de manera relativamente continua, así que estos tendrán que permanecer en tu computadora o celular, pero toda la información a la que solo tengas que acceder ocasionalmente o apenas una vez al mes debería estar lejos de la red, a salvo en un dispositivo totalmente desconectado de internet.

3. Nunca compartas tu computadora

Ni tampoco tu celular. Cualquier dispositivo desde el que accedas a cualquiera de las cuentas que usas habitualmente para tu trabajo debería quedar fuera del alcance de otras personas, incluyendo familiares y amigos. Más allá de la confianza que tengas en ellos, la cuestión no es tanto que puedan ser hackers potenciales –probablemente no lo sean–, sino que el uso indebido de estos dispositivos puede causar una vulneración en tus cuentas.

El simple hecho de dejar una tablet del trabajo a los niños para que vean videos en YouTube ya es una actividad de riesgo. Basta con que uno de estos videos tenga un enlace de phishing para que tu dispositivo corra el riesgo de infectarse con un keylogger o cualquier otro tipo de malware capaz de robar o incluso eliminar permanentemente tus datos más críticos.

4. Las contraseñas deben ser unipersonales

Cuando estamos trabajando con las redes sociales de un cliente, suele ser habitual que derivemos parte del trabajo a otras personas. Esto no es una mala praxis de por sí, pero hay maneras y maneras de hacerlo. Y definitivamente la manera equivocada consiste en permitir que distintas personas utilicen la misma contraseña para acceder a estas redes.

Cuantas más personas tengan acceso a una cuenta digital, más probable es que esta cuenta resulte vulnerada. Por eso deberías generar contraseñas individuales para cada una de estas personas. Y, en el caso de que una plataforma no te permita la configuración de subcuentas, siempre podés optar por habilitar un único dispositivo para que el personal de tu oficina pueda acceder a ella.
 

Ver más artículos